ARTISTAS CONTEMPORÁNEOS
ARTISTAS CONTEMPORÁNEOS _ Beca Fundación Actual MAVI
La investigación monocromática como metáfora de lo oscuro y resplandeciente, el conectarse con el mundo y el silencio. El negro como color luminoso que irrumpe en lo sagrado.
El arte como primera inspiración. Cuando adolescente, el estremecimiento de las visitas a museos y la conmoción provocada por el paisaje y los ambientes escritos de manera visual. Paula Zegers se vio naturalmente implicada en este mundo y el lugar elegido para seguir estudios regulares en arte sería el emblemático Instituto de Arte Contemporáneo que estaba ubicado en la Plaza Mulato Gil y que estuvo formado por importantes y reconocidos artistas y académicos. Así es que entonces la artista estuvo relacionada e influenciada de primera fuente con figuras como las de Eduardo Garreaud, Gaspar Galaz. Samy Benmayor, Bororo, Pablo Domínguez, Matías Pinto D´Aguiar y Gonzalo Cienfuegos. Además, el tiempo de dictadura supuso una mayor conexión y compromiso entre los artistas; de manera oficial a través de escritos críticos influenciados por la Escena de Avanzada, o informalmente por álgidas conversaciones en el café de la plaza.
Y quizás por estas viviencias es que Paula está interesada en un arte real y consciente donde una posible lectura intelectual y hasta forzada, debiese dar paso a un arte de orden más simple y que logre efectivamente cautivar al espectador. Sin esa presión, sus creaciones y ámbitos de interés han ido desarrollándose a través del tiempo, con un trabajo serio y constante.
Hoy define su propuesta estética como más abstracta y contemporánea, utilizando materiales como óleo, papel, género, cerámica, raíces, fieltro, o los que sean necesarios para un óptimo desarrollo del trabajo y técnicas como la pintura, el collage o el teñido, e incluso hasta la instalación, donde actualmente todos tienen una característica en común: el trabajo y experimentación con el negro y con el propósito de llevarlo a una estética minimalista.
Por otro lado, bajo esta formalidad aparente, yace el deseo de investigación de los aspectos más recónditos de la existencia humana, enfrentando el dolor y trauma de nuestras raíces y ancestros y un sistema que ha violentado esa historia a través del sistema judicial, y la enigmática figura de la mujer. Y son las infinitas posibilidades monocromáticas del negro que enmarcan la manera de abordar estas temáticas, entendiéndolo como un color que es capaz de amparar el racionalismo como expresión humana vital.