VIDA MÍA
VIDA MÍA
Exposición 2010
Galería Artespacio
UNO
Veo series de pinturas como
Panes amasados saliendo de un
Horno de barro, en algún rancho
Chileno de adobe agrietado.
Siento al aire pulsar las cuerdas de
la guitarra de Violeta Parra…debajo
de un parrón, vivo un vino tinto.
Así está pintado todo esto, por un
Corazón que late al sur del planeta.
Los empastes blancos dibujados
con fuego, como tallando la madera.
Los dibujos negros se incrustan
En la gruesa pintura blanca, como
tenedores en los panes de harina.
Paula Zegers, siente la pintura
Como la sintiera Dubuffet, gracias a
Su padre panadero, el conocimiento
Del arte o la sensualidad del tacto
De las manos en la masa, desde
La materia, de amasar, de amarse,
De amasarse.
Fuego, porque Paula es puro
Sentimiento. Todo es cálido. Todo es
Pintura. Olor a pan en la mañana.
Paula pinta desde los llantos y risas
Que vivimos todos, todos los días.
DOS
Páginas, cuadros, rollos de
Películas, historietas, pictogramas o
Jeroglíficos.
Módulos organizadores para narrar un
Cueto. Homenaje a la vida, al amor
Y a la muerte… finalmente, ladrillos
De una gran pared, u mural…en
Este caso, un crucigrama espacial.
Juego de tablero en casa de veraneo.
El acertijo para contar su vida en
blanco y negro.
Una bella exposición titulada ”VIDA
MÍA”…como si fuera un bolero…(en
realidad lo es) Una canción pintada
con ritmo de tambores propios de
su personalidad, de su manera de
pintar. Explosión de sentimientos
expresada con el desgarro de sus
pinceles. El dibujo es estructurado
por este sentir.
Paula es Modigliani, es Picasso, es
Kokoschka…es ella, sus amores, sus
dolores, sus heridas y placeres.
Paula además es divertida. Su
Humor es una atracción fulminante
Para interesarse y ver lo que ella
Quiere contar. De que se trata todo y
Como lo cuenta.
Su pintura seduce por ello.
Dibuja mapas para contarnos sus
Viajes, corazones para hablar de sus
Amores, avecillas para mostrarnos
Sus hijos. Flores que no son mas que
otros corazones, rosas con espinas
porque sin espinas, no son rosas.
El amor siempre presente en todas
Sus formas, pintándose apasionada,
Apenada, desolada, enamorada.
Pintándose siempre.
TRES
“me desperté llorando, que triste
estaba en día…vida mía”
(The Car Twins, rock chileno, años 60)
Las manos que vemos y hablan,
Retorciéndose, expresando y
Narrando momentos destellante de
Vida, también son signos o símbolos
Referentes a distintas culturas que
Paula usa para orientar mas la lectura
De su obra, hacia un contenido
Universal… o también como el código
De las leyes del tránsito, las cartas del
Tarot, el lenguaje de los sordomudos,
Algún ideograma chino, etc.
El autorretrato constante de Paula,
Es la forma de representar una real
Conversación. Una cercanía candente
De la pintora co el espectador…y al
Igual que un diálogo, el elemento
Protagónico son los ojos.
Sus propios ojos.
Así se transforman en el signo, el
Símbolo gráfico, el elemento visual,
Que recorre el hilo sensible de ésta
Historia.
El ojo conductor geométrico,
Intenso y seductor como el
Encantador de serpientes.
Son los ojos los que mas representa
A las personas.
Son los ojos blancos y negro de
Esta pintura quienes mantienen la
Comunicación entre la gente y el arte.
Y son ellos finalmente quienes hacen
De esta obra, un placer ineludible.
El brillo de estos ojos luce en cada de
Estos cuadros.
Los tendía todos.
Paula Zegers
Señales de vida/Signos vitales
2010
Señales de vida
Paula Zegers crea una compilación señalética de su vida a través de su reciente trabajo pictórico llamado “Vida Mía”, cada signo representa etapas de su recorrido personal, cada ícono nos lleva hacia la profundidad de la vida de esta artista, como una señalización de tránsito nos conduciría por una aglomeración urbana.
Paula nos describe por medio de pequeños cuadros-signos agrupados en conjuntos, no elegidos al azar, su relación espiritual hacia la pintura, nos presenta su intimidad, su familia, sus desplazamientos, sus abismos, sus tristezas, su amor, su odio, sus sueños, sus gustos gastronómicos, sus gustos artísticos, su condición de mujer, etc, etc.
Tal como un músico compondría con sus notas, Paula va construyendo su mundo de imágenes, formado un rompecabezas imaginario, cada signo apunta hacia una dirección, cada signo anota un lugar, cada signo marca un punto en el espacio, imaginar esto como un mapa astronómico, cada signo cumple una función bien específica en este cosmos en blanco y negro creado por esta artista.
Estamos todos de acuerdo en que la pintura no puede ser nada mas que la reproducción de lo visto o la duplicación de la apariencia, lo que vendría a ser un ejercicio vano. Podemos llamar sigo a todo aquello que designa, evoca algo a alguien, a todo aquello que da sentido o significa , sin reducirse a ser solo una representación de un modelo o una copia.
El rompecabezas señalético de la obra de Paula puede asociarse a la manera que tiene A.R. Penk de aproximarse al arte rupestre, ella misma sin que esto sea consciente quizás experimenta una aproximación con el arte paleolítico de las cuevas de Lascaux. Penck dice querer encontrar los caracteres de un leguaje primordial y universal, donde su signo central es el signo hombre: Trazos negros para representar los miembros, el busto y el sexo, y un óvalo o punto para la cabeza, este pictograma es trazado sobre un fondo gris, Penck desarrolla este sistema variando a lo largo de series de pinturas, como también reúne muchos signos asociándolos con referencias artísticas múltiples.
Paula practica esta misma asociación de pictogramas variados tal como el hombre primitivo pintaba en sus gruta su realidad, su entorno, sus miedos, Paula hace múltiples referencias a su vida, a su mujer, a su sistema propio y sus influencias.
Signos vitales
(Conversación de taller con Paula:
Paula: Ay Carlanga nunca estoy contenta con lo que hago!
Carlanga: No te preocupis Paula, lo que haces es lindo y buena pintura, honesta e inteligente.
Paula: Ay Cralanga no seai tan siútico!)
Este dialogo nos demuestra como es Paula, ella se aproxima a la pintura con la duda del artista que lucha, no trata de extraviarnos ni de engañarnos, por el contrario Paula nos dibuja un mapa para recorrer su vida, en el que cada uno encuentra el signo que le hable y lo lleve hacia su propio recorrido personal. A través de este ejercicio que Paula se ha impuesto nos sentimos como tomados de la mano y guiados al centro de la construcción sentimental de su pintura.
Paula nos ofrece como un gran regalo generosos toda su visión de mundo, su cuento de vida, y nosotros, humildes espectadores debemos agradecer este presente, este acto de amor y arduo trabajo que ella nos pone ante nuestros ojos .
Carlos Araya “Carlanga”, vuelo 912 y 062 entre Santiago y Paris
29/30 de marzo 2010